Quienes Somos

Hoy, el desafío de la cultura para todas las administraciones es desarrollarla y hacerla extensiva a todos los estratos de la población. En una sociedad más plural como la actual las ciudades son cada vez más complejas. La cultura posibilita la creación de valores democráticos que ayudan a la convivencia y, por tanto, es necesario que todo el mundo participe de ella. Las nuevas ciudades del siglo XXI se han convertido en lugares de intercambio desde los que proyectar el futuro.

Tanto las decisiones como las actuaciones planteadas en este documento no sólo afectarán al desarrollo de la cultura en Tudela. Ya bien entrados en el siglo XXI, lo cultural se ha convertido en un eje estratégico fundamental para afrontar con éxito los retos contemporáneos de esta ciudad.

Este programa de estrategia y actuación, este plan de gestión, propone una variación en las prioridades de la estrategia de transformación de la ciudad que hoy debe ser decididamente cultural tamizando el resto de planteamientos estratégicos y no al revés como suele suceder habitualmente. Evidentemente, en la década de los ochenta, con el inicio de los ayuntamientos democráticos, se produjeron una serie de transformaciones políticas que implicaron iniciativas y proyectos culturales significativos (la propia creación de Castel Ruiz es un ejemplo). Las dos últimas décadas han visto la culminación de la transformación económica de esta ciudad –de una ciudad que se apoyaba en la agricultura y en una industria que ganaba peso a una ciudad de servicios-. En este momento miramos decididamente, en cultura, la culminación de una red de infraestructuras que nos han de reafirmar como capital cultural de, al menos, el “Eje del Ebro”, tal y como se indica en los Planes de Ordenación Territorial de Navarra.

Pero además, ya adentrados en la segunda década del siglo XXI, la cultura debe conducir una transformación aún más decisiva, que incida en el conocimiento, en los contenidos y en un desarrollo sostenible de la ciudad.

Esta nueva mirada implicará resultados palpables en el terreno cultural, claramente, dando pie a nuevos proyectos en los nacientes equipamientos ya citados, pero sobretodo estimulará evoluciones en el modo en que la ciudad afronta los retos de futuro que se plantean en los terrenos económico, social, tecnológico, formativo y educativo, así como en la fundamental articulación territorial y en la imprescindible proyección hacia el exterior (nacional e internacional).  Esta mirada cultural servirá para recuperar el territorio de los valores, de las ideas, de la innovación creativa en este momento de reordenación económica, lucha contra el desempleo y dificultades de integración social. Desde este documento, por tanto, se propone un lugar de encuentro para agentes culturales económicos y sociales, con el objeto de prefigurar el futuro de nuestra ciudad, Tudela ciudad de la cultura.

A menudo se cae en el error de considerar que corresponde únicamente a la administración la responsabilidad de ejecución (que debe asumir especialmente en la fase de impulso) pero debe quedar claro desde el principio que el compromiso debe ser una tarea compartida. Los objetivos culturales consensuados, y por tanto comunes, deben tener prioridad frente a protagonismos particulares. Tudela se juega buena parte de su futuro y el sector cultural cuenta con la reclamación de la Ribera de convertirse en el motor de una nueva transformación de la ciudad ya entrada en la segunda década del siglo XXI. Estamos ante la oportunidad de que la cultura, la futura cohesión cultural de Tudela, se convierta en la piedra angular sobre la que fundamentar una nueva ciudad del conocimiento.

Tal como establece se establece en sus Estatutos, el objetivo de la Entidad es desarrollar de forma directa y descentralizada las competencias municipales en materia de Cultura. Tendrá atribuidas en consecuencia las facultades de planificación y gestión del ámbito cultural de competencia del Ayuntamiento de Tudela.