JOAN MIRÓ. GALERÍA DE ANTIRRETRATOS

26 grabados de gran formato originales de Joan Miró, realizados entre 1969 y 1978, procedentes de las colecciones de la Fundación del artista.

Exposición organizada conjuntamente con la Fundación Joan Miró, de Barcelona 

A lo largo de su prolífica vida, Joan Miró se sintió atraído por todos los campos de la creación artística. “No soy grabador o pintor —dijo en cierta ocasión—, sino alguien que busca expresarse con cualquier medio.”

Su actitud receptiva lo llevó a sintonizar en su madurez con la obra de artistas más jóvenes, vinculados al expresionismo abstracto norteamericano y al informalismo europeo. Comenzó a pintar telas de gran tamaño, en las que, a medida que su lenguaje de símbolos y signos se iba volviendo más sintético, la materia, el gesto y el azar fueron adquiriendo una mayor relevancia.

Esa misma evolución se dio en la obra gráfica. Miró era ya, en aquella época, un gran conocedor de las técnicas de grabado. Utilizaba con destreza técnicas que dominaba, como el aguafuerte, la aguatinta o la punta seca, e incorporó otras nuevas, como la del carborundo. Al no verse limitado por las dificultades propias de dichas técnicas, pudo enriquecer sus trabajos y dotarlos de una notable libertad expresiva. Las dimensiones de sus grabados se incrementaron, al tiempo que introducía procedimientos propios de la pintura, como el dripping o el grattage, y se servía de utensilios poco ortodoxos o incluso improvisados, siempre atento a las sugerencias de los maestros grabadores.

Joan Miró. Galería de antirretratos comprende una selección de 26 grabados de gran formato correspondientes al último periodo del artista. El color negro domina las composiciones y define una serie de personajes antropomorfos, primitivos y llenos de humor. Éstos aparecen en el centro de la composición, rodeados de signos astrales, y sus ojos, invariablemente frontales, permanecen fijos en el espectador. Son seres fabulosos o mitológicos, captados en la esencia de una expresión y contrapuestos a toda forma de representación o imitación.

Algunos aspectos de estos grabados, como las huellas de manos, los trazados negros, los fondos irregulares, la multiplicidad de ojos o la frontalidad de las figuras, nos muestran un Miró creador de nuevos lenguajes e infatigable experimentador, pero también artista interesado en las fuentes artísticas del pasado, en el arte rupestre y en la pintura románica.